Desvelan la Trágica Historia del Joven Asesinado: Un Eco de Dolor al Lado del Hogar de Gustavo Cerati

Diego tenía solo 16 años cuando su vida fue truncada el 26 de julio de 1984. Aquella fatídica noche desapareció en el límite entre los barrios de Villa Urquiza y Belgrano. Su familia, desesperada por su ausencia, intentó realizar la denuncia en una comisaría de la Policía Federal Argentina (PFA), pero, increíblemente, se les negó. Su padre, Juan, vivió atormentado por esta incertidumbre hasta su último aliento. Ahora, años después, su madre y hermanos han descubierto la desgarradora verdad: fue asesinado y su cuerpo fue hallado en el fondo de una propiedad en Coghlan, justo al lado del chalet donde, años más tarde, residió Gustavo Cerati, icono del rock argentino y un referente de Soda Stereo.

La trágica resolución de su desaparición se dio de manera inesperada. El 20 de mayo pasado, durante obras de construcción en un lote de Congreso al 3700, albañiles encontraron parte del cadáver en lo que había sido la residencia donde vivió Cerati.

“Un alerta llegó al 911 informando sobre el hallazgo de restos óseos humanos en una obra en construcción. Al arribar, los agentes se reunieron con el arquitecto a cargo, quien explicó que mientras excavaban, se desprendió un trozo de tierra que dejó expuestos los huesos”, comunicaron fuentes de la Policía de la Ciudad.

El hallazgo ocurrió en una línea divisoria entre las propiedades, donde solo una pequeña ligustrina las separaba. Aunque los restos fueron descubiertos frente a la casa de Cerati, se sospecha que el enterramiento se realizó en el terreno contiguo.

La investigación se encuentra bajo la supervisión del fiscal Martín López Perrando, quien trabajó en conjunto con el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) para analizar los restos y dar con la identificación del joven.

A finales de junio, tras una exhaustiva investigación, el EAAF concluyó que los huesos pertenecían a un adolescente masculino de entre 16 y 19 años que había sufrido una muerte violenta.

“Confirmaron que fue víctima de una muerte violenta. Aunque no se sabe si la puñalada le causó la muerte, sí se pudo determinar que el joven había sido apuñalado. Las lesiones se ubicaban a la altura de la cuarta costilla, con signos de intento de desmembramiento”, declaró una fuente judicial a LA NACION.

En ese momento, la identidad del joven era un misterio, un NN. Sin embargo, la periodista Virginia Messi, de Clarín, se encargó de recuperar su historia y la de sus padres en la búsqueda de respuestas.

“La policía mencionó que había tres mil casos similares, lo que es increíble. Desde el primer momento, la carátula fue ‘fuga de hogar‘. Yo protesté, pero me dijeron que así eran los formularios. Siempre se da por sentado que se fue”, lamentaba Juan Benigno, el padre, en una entrevista con la revista Esto!, dos años después de la desaparición de su hijo.

La tarde que Diego desapareció, tras volver del colegio, le pidió a su padre dinero para tomar el colectivo a visitar a un amigo.

Fue un sobrino de Diego quien, al leer las noticias sobre el hallazgo de los restos, pensó que podría tratarse de su tío.

Finalmente, un análisis de ADN confirmó que los restos encontrados pertenecían al adolescente desaparecido en 1984. El EAAF tomó una muestra genética de su madre, la que se comparó con el ADN de los restos óseos, resultando en compatibilidad.

Con dedicación, el EAAF opera en casos de desapariciones, realizando entrevistas y tomando muestras de ADN de familiares de víctimas para encontrar la verdad. Si tienes un ser querido desaparecido, no dudes en contactarte al 0800-345-3236 o al email casos@eaaf.org.